Contrastes Periodísticos
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09 二月, 2018
17 十二月, 2017
Agrupación “Doña Ismenía” aporta al desarrollo cultural de El Callao
***Con
doce años demostrando el talento y la pasión por el tradicional calipso, esta
talentosa agrupación ha manifestado su compromiso en distintas actividades
culturales del territorio nacional
Omar
Vidal
Ciudad
Orinoco
El
Callao/Bolívar.- La Fundación Agrupación Cultural “Doña
Ismenía”, tiene doce años aportando al desarrollo cultural en el municipio El
Callao del estado Bolívar, demostrado en
las actividades culturales efectuadas
en el territorio nacional, gracias a las invitaciones del Ministerio del
Poder Popular para el Turismo y otras instituciones .
Ubicados
en la calle Roscio con calle Bolívar casa número 1 de El Callao, la conocida
agrupación de calipso, posee taller de diseño y confecciones de fantasías, trajes
de madamas, medios pintos, mascaras, entre otros disfraces que por muchos
tiempos han mantenido las tradiciones.
Orgullo
Doña
Carmen Ismenía Cabello de Báez con 85 años de edad, fundadora de esta gremio
cultural, expresó sentirse orgullosa de formar parte de la cultura callaoense,
llevando el calipso por toda Venezuela, donde los pueblos sienten el ritmo como
parte de un trascendental herencia de muchas épocas, que hicieron vida en las
familias del sur del estado Bolívar.
“Dedicarme
doce años al calipso tradicional de El Callao, es uno de los acontecimientos más
importantes en mi vida y en mi familia. Tenemos que agradecer a todos eso
actores que han formado parte de nuestra agrupación, hoy podemos decir que nos
sentimos orgullos de llevar el único y mejor ritmo del mundo, como lo es el
calipso”, alegó.
Importancia
Asimismo
resaltó la importancia de mantener vivas las tradiciones de El Callao, como el
calipso de contenido, para resaltar las costumbres que desde época
muy remotas han otorgado ritmo y mucha fama las agrupaciones de calipso
del estado Bolívar en Venezuela.
“Actualmente
tenemos que darles la verdadera importancia al calipso de El Callao, que radica
en mantener y crear piezas musicales con
contenidos tradicionales, para llamar a la concientización de la sociedad actual, y resaltar todo lo maravilloso que posee nuestro estado
Bolívar “, agregó.
Segunda producción discográfica
Por
su parte Betzi Báez presidente de la Fundación Agrupación Cultural “Doña
Ismenía”, informó que poseen la segunda
producciones discográficas con nueves temas musicales, donde el CD será
bautizada éste mes de diciembre, con grandes expectativas para los seguidores
de este conjunto musical de calipso.
“Ya
tenemos listo nuestra segunda producción discográfica, donde sonaremos nueves
nuevos temas musicales inéditos como: Isidora, Jump doit Jump, Popurrí
Tradicional 2, Boca, Rosalía y Talentos de Oro como tema promocional, para el deleite de todos nuestros seguidores”,
resaltó.
Invitación
Del
mismo modo, extendió la invitación a
todos los seguidores de las fiestas carnestolendas de El Callao, para adquirir
la nueva producción discográfica que saldrá a la venta al final de diciembre y
estará disponible en los carnavales 2016 y puedan disfrutar de los nuevos temas
musicales.
“La
invitación es para todos aquellos venezolanos que visitan a El Callao, a
adquirir nuestra próxima producción discográfica que tendrá buenos temas musicales,
resaltando las tradiciones de pueblo callaoense, llenos de coloridos y con el
apoyo de sus entes locales”, destacó.
Falta integración
Por
otra parte Julio Báez músico y cantante de la agrupación, hizo un llamado a la
integración entre las agrupaciones de calipso de El Callao en las fiestas de
carnavales, para demostrar a los turistas que existe la mancomunidad entre las
comparsas, que hacen posibles las festividades todos los años para Venezuela y
el mundo.
“Uno
de los aspectos que debemos demostrar entre las agrupación de calipso que
salimos todos los años, es la integración entre las comparsas en El Callao que
no contamos con suficientes recursos, para cubrir gastos de sonidos, siendo
unos de los aspectos más costosos”, indicó.
Apoyo gubernamental
Báez
reconoció el apoyo gubernamental que todos los años reciben en beneficio de las
comparsas, como el otorgamiento de recursos económicos y el duplicado de la
primera producción discográfica con 150 ejemplares por la Gobernación del
estado Bolívar, para el mantenimiento y rescate de las tradiciones que
caracteriza a El Callao como el centro cultural en las temporadas
carnestolendas.
“Uno
de los beneficios que hemos recibido y agradecemos grandemente, es el apoyo de
la Gobernación del estado Bolívar, quienes sus representantes han otorgado algunos recursos y apoyo en
nuestra primera producción discográfica bajo el tema promocional “Reina de
Carnaval”, recalcó.
Carnavales 2016
Pomis
de Morao vice-presidenta de la Agrupación Cultural “Doña Ismenía”, aportó que
´para los carnavales 2016, se tiene establecido la participación de la comparsa,
donde se estará interpretando los temas de la nueva producción discográfica y
recorriendo las calles de El Callao, acompañados de todos los habitantes y
turistas que acostumbran asistir a las fiestas de carnavales.
“Para
los carnavales 2016 seguiremos recorriendo las calles de El Callao, pero con
nuevos temas musicales, nuestra comparsa contará con nuevos trajes, disfraces
alusivo a las arañas que ya estamos en la confesión y diseño de los mismos”,
finalizó.
17 十一月, 2017
Upata posee memoria de una ciudad
*** La
hermosa Villa de San Antonio de Upata, nacida de las manos de los misioneros
capuchinos catalanes un 7 de julio del 1.762, es mucho más que un red de
urbanizaciones cruzadas de calles y avenidas; donde se encuentran unas tres
plazas, algunos parques , centros comerciales y establecimientos de servicios
Omar Vidal
Upata.- La conocida Villa del Yocoima es
más que una arquitectura; es su gente. La gente que la ha habitado desde su
nacimiento.La gente son el aliento de la
ciudad; su alma; su razón de ser. Los que ya no están y los que hoy transitan sus calles, disfrutan estos parques y habitan
estas casas con memoria de una ciudad.
Una ciudad
sin habitantes es un cementerio de concreto en espera que la mano del tiempo la
borre, como ha ocurrido durante siglos con aquellas que quedaron desiertas. Ninguna otra ciudad lleva
el nombre Upata.; solo ella es dueña absoluta de este nombre. Nombre indígena
que significa “Mi tierra o lugar que habito”. Es una denominación profundamente íntima, individual; inmensamente
evocativa, como un derecho irrenunciable del espíritu.
Así lo dio a conocer el maestro Ángel Romero Cabrera cronista de Upata,
quien con sus mejores expresiones por la actual ciudad de Upata, aseguró que “Upata se acunan los recuerdos
infantiles; los sueños de adolescentes; los triunfos de la adultez; los sinsabores y alegrías de la vida de tantas
gentes. Su sola remembranza nos transporta y seduce. ¡Cuántos cantos ha
inspirado a sus músicos y poetas! ¡Cuánto
lirismo desbordante se tejen en
su historia romántica! ¡Cuántos aplausos Tributados a sus representaciones
teatrales! ”.
Upata
necesita
Romero
destacó que actualmente la ciudad de las mujeres bellas ha cambiado
considerablemente. Cada uno desde su vocación personal de servicio ha
contribuido para que el antiguo pueblecito capuchino se haya convertido con los
años en la tercera ciudad del estado Bolívar. Pero a pesar de este progreso
Upata no está a la altura de sus aportes ni crece al ritmo de las ciudades del
estado que le anteceden.
“Upata ha
venido creciendo más lentamente que Ciudad Bolívar y Ciudad Guayana; reclama
repavimentación de sus calles; instalación de nuevos servicios médicos; de una
educación más dinámica y eficiente a la altura de las demandas estudiantiles;
de creación de nuevos parques internos en sus diferentes barriadas; de mejores
prestaciones de los servicios públicos”, dijo.
El cronista
resaltó la necesidad de instalar
una imprenta propia donde imprimir se
acervo literario y editar su propio periódico,de manera especial, construir un
Archivo Histórico; un espacio para la memoria, donde su gente pueda disfrutar
de sus acervos musicales y poéticos.
“Los que habitamos esta hermosa ciudad
sentimos la necesidad de observar sus obras plásticas tradicionales; revisar
los documentos fundamentales de su historia y compilar en videos las imágenes
de su acontecimientos. Porque una ciudad que no guarda y aprovecha las
experiencias de su historia tiende al extravió, al estancamiento”, agregó.
Su gente
Destacó que
el alma de esta ciudad es su gente que traza planes celestes; remonta vuelos a
las alturas para encontrarse con la deidad suprema; es ciudad religiosa que
plasma sobre avenidas de asfalto calles
de oro. Calles divinas que percibe en las letanías de sus iglesias; de
cualquier iglesia.
“Su gente es además
creativa; es artista. Se cubre en música,
poesía, prosa, teatro, danza, y en
artes plásticas de tarde en tarde; cuando la luna llena adorna su cielo
estrellado y las musas convidan a crear. La ciudad necesita crear para poder
vivir, su espíritu trasciende lo cotidiano, lo banal y lo simplemente mortal; la
urbe no quiere morir, desea eternizarse
y preservarse para las generaciones posteriores”, recalcó.
El historiador aseguró que Upata es también un
poco de mitos, cuentos de aparecidos y ánimas en penas; de relatos exagerados
vendidos por verdades. Asimismo afirmó que los habitantes de una ciudad como
Upata, perciben la magia y transmiten su tierra desde las fantasías con una
fuerza interior que se aferra a las visiones espirituales sin las cuales la
vida no sería, sino una realidad triste y animal.
“Pero la
ciudad no se mendiga, se construye con el aporte de sus ciudadanos; los que
gobiernan y los conviven en ella... Además de voluntad hay que diseñar e
implantar planes concretos y diversos que nos conduzcan a la ciudad que
realmente merecemos tener. Una ciudad a la que le corresponde un progreso real
en virtud de los aportes que ha dado a la región. La ciudad; “la tierra que
habito”, está solicitando de su gente el mayor de los esfuerzos para no
sucumbir”, alegó.
Aseveró que
la Villa del Yocoima parece emergida de un sueño selvático. Surgió de los
montes sureños entre murmullos de rezos capuchinos; se transformó en cuartel
piarista; en capital del oro; en parnaso guayanés; en armonía musical; en las prosas de un libro evocativo,
convergiendo familias de todas las razas europeas, cuando la mayoría de los
pueblos interioranos de Venezuela padecían la ignorancia total.
Huellas históricas
En
el caso histórico de la villa de las Sietes Colinas han desaparecido las
huellas históricas, que por mucho tiempo fueron memoria para recordar su origen
donde existieron casas originales construidas durante las colonias. En 1.862 la
urbe fue reconstruida durante la administración de Don Pedro Cova, las
viviendas cercanas a la Plaza Bolívar como la Casa del Balcón, la Casa Verde,
La Casa de la Cultura “María Cova Fernández”, son de esa época mayormente conservadas
en nuestros días en la calle Sucre.
Según
documentos del registro subalterno de 1862, dichos bienes pertenecieron al ilustre
prócer General Tomás Gutiérrez, destacado percusionista de la Batalla de San
Félix. Posteriormente la Casa verde pasó a manos de Don Berardo Lezama,
heredado por sus familiares. Luego la municipalidad declaró estas instalaciones
como patrimonio cultural del municipio, para restaurarla y crear el archivo
histórico de la ciudad. Para 1.995 la Casa
de la Cultura fue adquirida por la
familia Alcalá, restaurada y entregada
en comodato a la Asociación Casa de la Cultura “María Cova Fernández”.
Al
norte de la plaza en la calle Bolívar,
se encontraba la casa de la azotea. Allí funcionó antiguamente el
Concejo Municipal y la policía. El edificio fue adquirido por el conocido
comerciante Ortega, reconstruyendo
totalmente y modificándose en parte su vieja estructura colonial. Originalmente
la casa perteneció a la familia Lezama, de las más antiguas de la ciudad.
En
el actual y moderno centro comercial Anakaro se encontraba el edificio ortega, antigua
casa de la azotea. En el territorio de la existente Unidad Educativa Nacional
Santiago Mariño, funcionó para el siglo XIX, el negocio de víveres de Don Antonio
Rodríguez, padre del desaparecido y eminente Hijo Ilustre de la Ciudad Doctor Carlos Rodríguez Jiménez,
La vigente Iglesia Parroquial de San Antonio
de Upata, construida por los hermanos capuchinos catalanes en 1.762. Este
edificio religioso ha sufrido tantas modificaciones
que es difícil compararlo con el de su origen. Su última y significativa
trasformación la sufre en 1.962 cuando, por motivos del Bicentenario, es
radicalmente trasformada en honor a San Antonio de Padua, clérigo
portugués de significativa importancia
en el santoral católico. En su honor, cada 13 de septiembre, día de su muerte,
se realizan las procesiones de San Antonio.
En
el municipio Piar existen otras
construcciones católicas. En El Manteco se encuentra la Iglesia de Santa
Teresita, construida en la segunda década del XX. Además de las Iglesias católicas, se
levantan edificaciones representativas
de las diversas hermandades evangélicas como congregaciones de la Iglesia de
Dios Pentecostal: Iglesias Bautistas Cristo Salva en distintas comunidades,
anglicanas, Adventistas, Testigos de Jehová y
Mormones, fundamentalmente.
Historia del periodismo en Upata necesita conocerse
*** El periodismo upatense comienza durante la segunda
mitad del siglo XIX, cuando en 1857, el preocupado caballero cumanés Pedro
Cova, introduce la imprenta en la
Villa de Upata, por lo que agregamos que antes de que Upata
cumpliera cien años de fundada, este poderoso instrumento llamado “la
artillería del pensamiento” por El Libertador, Simón Bolívar, ya había
penetrado hacia el interior de los pueblos ubicados al sur del Río Orinoco,
permitiendo la difusión de mensajes
orientadores y civilizadores.
Omar Vidal.-
Ciudad Orinoco
Upata/Bolívar.-
La historia de periodismos
en Upata nace para 1858; los upatenses
de la época tuvieron la oportunidad de leer su primer periódico impreso en el
Valle del Yocoima: El Guaica, nombre de una de las tribus indígenas de la
región guayanesa. Fue el mismo Pedro Cova, conocedor de las técnicas
tipográficas, quien dirigió la redacción e impresión del naciente periódico en
donde participaron intelectuales venidos de las tierras de Manzanares y
habitantes nativos, herederos de las habilidades impresoras aprendidas de sus
antecesores europeos.
Desde 1858, año de la publicación de El Guaica hasta
bien entrado el año de 1942, el Valle del Yocoima, vio la impresión de más de
treinta medio impresos de diferentes tamaños y formatos como se evidencia a
través del rescate que ha venido realizando desde 1974 aproximadamente. Todos
los periódicos editados en la vieja Villa de Upata, recogían noticias
relacionadas con los círculos sociales y culturales de la señorial, culta y
apacible población upatense de ese tiempo.
Las páginas del
quincenario Espartaco, editado en 1916, pudimos leer en un ejemplar de ese año,
las noticias referentes al carnaval de la época, la elección de Elvira
Fernández, moza con 22 años, de gran belleza, como Reina de aquellas
festividades. Esta honorable dama upatense falleció el 25 de Enero de 1981 en
la ciudad de Caracas a la edad de 87 años, después de haber vivido larga vida,
habiendo dado muchos hijos que han
servido a la Patria
en diferentes cargos públicos.
Aquellos incipientes
medios impresos eran periódicos de intereses generales y expresa Eduardo Oxford
López que “no siempre pudieron defenderse esos intereses generales por más
patriótico y resaltante que resultase el esfuerzo”, porque ayer como hoy, tanto
los medios de comunicación social como los periodistas reciben constantes
atropellos en el ejercicio de su noble labor informativa.
Periódico El Alba
El primer
número del periódico El Alba salió a circulación, el día 15 de Febrero de 1922
hasta el año 1942, cuando cesó la publicación del pequeño medio impreso, debido
a que la antigua imprenta marca Washington, ya era infuncional desde el punto
de vista técnico y fue abandonada en uno de los salones de baile de las
históricas y añejas casonas upatense, donde estaba ubicado el taller
tipográfico.
Ya para ese
año de 1892, la Villa
de Upata, se había desprendido del Territorio Federal Yuruary, cuya capital era
el pueblo de Guasipati. Cuando el periódico El Alba, se editaba, Upata era la capital del Distrito Piar, denominado
así en 1907, por la
Presidencia del Estado Bolívar, como se le decía entonces a la actual Gobernación.
Época
Ubicamos la
publicación del periódico El Alba, en
el Siglo XX, exactamente en el año de 1922 y sus ediciones regulares se
prolongaron hasta finales del año 1922, con una duración de 20 años
aproximadamente, tiempo suficientemente para que el periódico tuviera madurez y
estabilidad económica, no obstante, las condiciones políticas imperantes en
Venezuela, llevaban al traste a cualquier medio impreso.
Se puede
señalar que el periódico El Alba, vivió
una época dorada, ya que era el tiempo en que había una gran bulla aurífera en
la población minera de El Callao y en Upata, existía un elevado movimiento
artístico, literario, cultural y periodístico por todas partes, por la
influencia que había ejercido la traída de la Imprenta a la Villa de Upata en 1857 por
el caballero cumanés Pedro Cova, cuya vida ya se reseñó brevemente.
Tipología
mediática y proceso comunicacional
El
periódico El Alba, a pesar de haber sido fundado, dirigida, redactado y
administrado por dos Hermanas de excepcional belleza física, espiritual y el solo
hecho de ser herederas de una inmensa fortuna que le dejó su padre, el General
Miguel H. Acevedo, jamás de dedicaron a lanzar campas en contra de grupos
económicos, ni culturales ni mucho menos religiosos ni raciales, razón por la
cual, se mantuvieron siempre alejadas, de este tipo de discriminación y de
peleas pueblerinas, porque eran cultas e inteligentes y habían sido educadas en
Trinidad e Inglaterra, donde aprendieron los buenos y mejores modales.
Y porque, por
las ramas paternas y maternas, traían, una educación familiar y espiritual, muy
fuerte y aferrada a los valores más fundamentales del hombre, como son el
respeto a la vida, a los derechos humanos, a la libertad, a la justicia social
y sobre a la idea de vivir en democracia y en sana paz ciudadana y pública.
No fueron
portadoras de mensajes de odio ni de rencor ni de enfrentamientos estériles
como observamos hoy por distintos medios escritos y audiovisuales, ellas
supieron darle valor agregado al sagrado ejercicio del periodismo, a pesar de no
tener grandes conocimientos en la materia, pero respetaron las fronteras
enemigas y los distintos grupos sociales que convivían en la época en la
sociedad upatense donde actuaron, por lo que se ganaron el aprecio y la
consideración de un conglomerado que después de más de medio siglo, aún son
recordadas, por lo que el proceso comunicacional que ejecutaron fue limpio e
impecable desde donde el ángulo que pueda ser estudiado y analizado por
Cronistas, Historiadores, Sociólogos y estudiosos de la Comunicación Social
venezolana.
Para ellas,
fue primero el arte, la cultura y la dignidad del ser humano, por eso fue que
no tuvieron tropiezos ni enfrentamientos con castas y religiones, ni lanzaban a
través del pequeño medio impreso, ni notas mediáticas ni ofensivas ni
calumniosas, pero lanzaban un mensaje lleno de paz y armonía entre sus lectores
y comunidad en general.
Características
Fue un
periódico de medio cuarto de página, equivalente hoy día en el periodismo
moderno, al de un periódico Tabloide. Ejemplo: Diario “EL Progreso”, editado
actualmente en Ciudad Bolívar; La aparición del periódico era de tipo quincenal
y en su cabezal, hacia el lado derecho superior decía: “Circulará
quincenalmente y cuando la dirección lo juzgue conveniente”.
Casi en sus 20
años de duración, siempre se ocupó de temas literarios e intereses generales,
aunque en muchas ocasiones, su Redactora y Fundadora, se vio en la necesidad de
hacer públicas, las denuncias de los abusos que en Upata, cometían algunos
Jefes Civiles o Prefectos y que no se ocupaban de atender los problemas
comunitarios de mayor necesidad.
Tenía como
condicione, el hecho de que se canjeaba con todos los periódicos de Venezuela y
fuera de las fronteras venezolanas, y en muchas bibliotecas particulares de
familias y Hemerotecas de Europa y de los Estados Unidos de Norteamérica, aún
existen ejemplares de tan importante medio impreso upatense.
Llegó a
publicar avisos comerciales y remitidos a precios convencionales entre los
anunciantes y sus Administradores. Este periódico de aparición quincenal, llegó
a tener apenas Cuatro (4) páginas,
incluyendo la portada, dos páginas interiores y la contraportada, por lo que no
era preciso numerarlas, como se hace en la actualidad, con los periódicos
modernos. En la parte central superior de la portada, lleva el cabezal del
periódico, donde iba el nombre de El Alba, y hacia los lados, llevaba un
pequeño aviso comercial, como también, los tienen hoy día los periódicos
venezolanos.
El
periódico en sus escritos, trabajos y publicaciones, siempre mantuvo una
excepcional calidad en sus creaciones y redacciones, debido a que en Upata,
existió una constelación de excelentes y finos escritores que le dieron el
título a Upata, de la Atenas
del Sur y oriente de Venezuela en sus
publicaciones, según, los análisis del ejemplar analizado.
En el periódico El Alba, se publicaban los escritos
y las investigaciones, mas que todo de tipo artístico y literario de aquel
vasto movimiento de literatos que llegó a tener la Villa de Upata desde 1857
hasta bien entrada la década de 1950, gracias a la imprenta que trajo a Upata,
Don Pedro Cova y las que trajeron en años siguientes.
Todo
periódico, siempre tiene un argumento que contar para sus lectores. El caso que
nos ocupa, es que El Alba, incluyó entre sus argumentos, la parte artística,
literaria y la minera, porque mucha gente que pasaba hacia El Callao, cuando
estaba el auge aurífero pasaba por Upata, y al tiempo que algunos eran poetas y
se inspiraban con la belleza de la mujer upatense, también, insertaban en las
páginas del periódico, los avisos y denuncios de bullas auríferas que se emplea
mucho para la época.
El periódico tiene una rica y valiosa historia para
la ciudad de Upata, la cual llegó a disponer de alrededor de unos 33 pequeños
medios impresos, todos con fines literarios y culturales. El Alba forma parte
de esa herencia que dejaron nuestros antepasados y en la actualidad, el
Cronista de Upata, Lic. Pedro Quijada Marcó, tiene algunos ejemplares en su
Hemeroteca particular.
Historia de Vida
Sobre
la historia de la vida del periódico El Alba, se puede explicar que salió a
circulación, por una cadena herencia de la Familia Acevedo ,
quienes habían a su vez, heredado esta vocación periodística, de sus ancestros
españoles, cuando llegaron a la
Villa de Upata a establecer las bases firmes y sólidas de
esta comarca guayanesa.
Es bien sabido en Upata, que el General Miguel H.
Acevedo, había adquirido una antigua imprenta en Cumaná y a lomo de mulas, fue
traída hasta Upata, donde empezó a trajinar el arte periodístico, el cual,
después de su muerte, fue heredada por sus hijas, las poetisas Anita y
Enriqueta Acevedo Castro, quienes, siguieron sus luchas sociales y su
inspiración poética.
Las hermanas
Acevedo Castro, aferradas a su tierra natal, de donde nunca salieron, solo
cuando fue preciso viajar a Caracas o Europa, (descendían de un próspero
empresario ganadero), por razones de salud o de turismo, decidieron fundar un
medio impreso y le colocaron el atractivo nombre de El Alba, como quien dice,
el que alumbra, el amanecer de un nuevo día con sus noticias, anuncios y avisos
comerciales, mineros y luctuosos, etc.
Ellas
disponían de valiosos recursos económicos que habían heredado de sus padres,
los conocimientos tipográficos porque crecieron cuando su padre, estaba al
frente de la imprenta, con otros periódicos de las mismas características del
que ella fundó.
Pero no
disponían de los suficientes recursos técnicos que habían en Europa y los
Estados Unidos, tales como tinta, papel y piezas, que facilitaron el proceso
comunicacional, ya que en más de una ocasión, el periódico, se vio en la
imperiosas necesidad de paralizar sus actividades por fallas técnicas y era
dificultoso viajar hasta Europa, a través del Orinoco, vía Trinidad en los
antiguos vapores de chapaletas que tantas veces cruzaron las aguas
orinoquenses.
Las ideas y el
proyecto que ellas tenían, no era más que el de la difusión de la cultura y del
quehacer artístico que promovían los hombres y las mujeres de la Upata de 1922 hasta 1942,
porque nunca incursionaron en la política de turno, ni tampoco sufrieron los
atropellos de los gobernantes de la época.(O/V CNP: 18.407)
11 五月, 2017
Instituto de Altos Estudios Confuncio inició clases en Venezuela
23 五月, 2012
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