*** El periodismo upatense comienza durante la segunda
mitad del siglo XIX, cuando en 1857, el preocupado caballero cumanés Pedro
Cova, introduce la imprenta en la
Villa de Upata, por lo que agregamos que antes de que Upata
cumpliera cien años de fundada, este poderoso instrumento llamado “la
artillería del pensamiento” por El Libertador, Simón Bolívar, ya había
penetrado hacia el interior de los pueblos ubicados al sur del Río Orinoco,
permitiendo la difusión de mensajes
orientadores y civilizadores.
Omar Vidal.-
Ciudad Orinoco
Upata/Bolívar.-
La historia de periodismos
en Upata nace para 1858; los upatenses
de la época tuvieron la oportunidad de leer su primer periódico impreso en el
Valle del Yocoima: El Guaica, nombre de una de las tribus indígenas de la
región guayanesa. Fue el mismo Pedro Cova, conocedor de las técnicas
tipográficas, quien dirigió la redacción e impresión del naciente periódico en
donde participaron intelectuales venidos de las tierras de Manzanares y
habitantes nativos, herederos de las habilidades impresoras aprendidas de sus
antecesores europeos.
Desde 1858, año de la publicación de El Guaica hasta
bien entrado el año de 1942, el Valle del Yocoima, vio la impresión de más de
treinta medio impresos de diferentes tamaños y formatos como se evidencia a
través del rescate que ha venido realizando desde 1974 aproximadamente. Todos
los periódicos editados en la vieja Villa de Upata, recogían noticias
relacionadas con los círculos sociales y culturales de la señorial, culta y
apacible población upatense de ese tiempo.
Las páginas del
quincenario Espartaco, editado en 1916, pudimos leer en un ejemplar de ese año,
las noticias referentes al carnaval de la época, la elección de Elvira
Fernández, moza con 22 años, de gran belleza, como Reina de aquellas
festividades. Esta honorable dama upatense falleció el 25 de Enero de 1981 en
la ciudad de Caracas a la edad de 87 años, después de haber vivido larga vida,
habiendo dado muchos hijos que han
servido a la Patria
en diferentes cargos públicos.
Aquellos incipientes
medios impresos eran periódicos de intereses generales y expresa Eduardo Oxford
López que “no siempre pudieron defenderse esos intereses generales por más
patriótico y resaltante que resultase el esfuerzo”, porque ayer como hoy, tanto
los medios de comunicación social como los periodistas reciben constantes
atropellos en el ejercicio de su noble labor informativa.
Periódico El Alba
El primer
número del periódico El Alba salió a circulación, el día 15 de Febrero de 1922
hasta el año 1942, cuando cesó la publicación del pequeño medio impreso, debido
a que la antigua imprenta marca Washington, ya era infuncional desde el punto
de vista técnico y fue abandonada en uno de los salones de baile de las
históricas y añejas casonas upatense, donde estaba ubicado el taller
tipográfico.
Ya para ese
año de 1892, la Villa
de Upata, se había desprendido del Territorio Federal Yuruary, cuya capital era
el pueblo de Guasipati. Cuando el periódico El Alba, se editaba, Upata era la capital del Distrito Piar, denominado
así en 1907, por la
Presidencia del Estado Bolívar, como se le decía entonces a la actual Gobernación.
Época
Ubicamos la
publicación del periódico El Alba, en
el Siglo XX, exactamente en el año de 1922 y sus ediciones regulares se
prolongaron hasta finales del año 1922, con una duración de 20 años
aproximadamente, tiempo suficientemente para que el periódico tuviera madurez y
estabilidad económica, no obstante, las condiciones políticas imperantes en
Venezuela, llevaban al traste a cualquier medio impreso.
Se puede
señalar que el periódico El Alba, vivió
una época dorada, ya que era el tiempo en que había una gran bulla aurífera en
la población minera de El Callao y en Upata, existía un elevado movimiento
artístico, literario, cultural y periodístico por todas partes, por la
influencia que había ejercido la traída de la Imprenta a la Villa de Upata en 1857 por
el caballero cumanés Pedro Cova, cuya vida ya se reseñó brevemente.
Tipología
mediática y proceso comunicacional
El
periódico El Alba, a pesar de haber sido fundado, dirigida, redactado y
administrado por dos Hermanas de excepcional belleza física, espiritual y el solo
hecho de ser herederas de una inmensa fortuna que le dejó su padre, el General
Miguel H. Acevedo, jamás de dedicaron a lanzar campas en contra de grupos
económicos, ni culturales ni mucho menos religiosos ni raciales, razón por la
cual, se mantuvieron siempre alejadas, de este tipo de discriminación y de
peleas pueblerinas, porque eran cultas e inteligentes y habían sido educadas en
Trinidad e Inglaterra, donde aprendieron los buenos y mejores modales.
Y porque, por
las ramas paternas y maternas, traían, una educación familiar y espiritual, muy
fuerte y aferrada a los valores más fundamentales del hombre, como son el
respeto a la vida, a los derechos humanos, a la libertad, a la justicia social
y sobre a la idea de vivir en democracia y en sana paz ciudadana y pública.
No fueron
portadoras de mensajes de odio ni de rencor ni de enfrentamientos estériles
como observamos hoy por distintos medios escritos y audiovisuales, ellas
supieron darle valor agregado al sagrado ejercicio del periodismo, a pesar de no
tener grandes conocimientos en la materia, pero respetaron las fronteras
enemigas y los distintos grupos sociales que convivían en la época en la
sociedad upatense donde actuaron, por lo que se ganaron el aprecio y la
consideración de un conglomerado que después de más de medio siglo, aún son
recordadas, por lo que el proceso comunicacional que ejecutaron fue limpio e
impecable desde donde el ángulo que pueda ser estudiado y analizado por
Cronistas, Historiadores, Sociólogos y estudiosos de la Comunicación Social
venezolana.
Para ellas,
fue primero el arte, la cultura y la dignidad del ser humano, por eso fue que
no tuvieron tropiezos ni enfrentamientos con castas y religiones, ni lanzaban a
través del pequeño medio impreso, ni notas mediáticas ni ofensivas ni
calumniosas, pero lanzaban un mensaje lleno de paz y armonía entre sus lectores
y comunidad en general.
Características
Fue un
periódico de medio cuarto de página, equivalente hoy día en el periodismo
moderno, al de un periódico Tabloide. Ejemplo: Diario “EL Progreso”, editado
actualmente en Ciudad Bolívar; La aparición del periódico era de tipo quincenal
y en su cabezal, hacia el lado derecho superior decía: “Circulará
quincenalmente y cuando la dirección lo juzgue conveniente”.
Casi en sus 20
años de duración, siempre se ocupó de temas literarios e intereses generales,
aunque en muchas ocasiones, su Redactora y Fundadora, se vio en la necesidad de
hacer públicas, las denuncias de los abusos que en Upata, cometían algunos
Jefes Civiles o Prefectos y que no se ocupaban de atender los problemas
comunitarios de mayor necesidad.
Tenía como
condicione, el hecho de que se canjeaba con todos los periódicos de Venezuela y
fuera de las fronteras venezolanas, y en muchas bibliotecas particulares de
familias y Hemerotecas de Europa y de los Estados Unidos de Norteamérica, aún
existen ejemplares de tan importante medio impreso upatense.
Llegó a
publicar avisos comerciales y remitidos a precios convencionales entre los
anunciantes y sus Administradores. Este periódico de aparición quincenal, llegó
a tener apenas Cuatro (4) páginas,
incluyendo la portada, dos páginas interiores y la contraportada, por lo que no
era preciso numerarlas, como se hace en la actualidad, con los periódicos
modernos. En la parte central superior de la portada, lleva el cabezal del
periódico, donde iba el nombre de El Alba, y hacia los lados, llevaba un
pequeño aviso comercial, como también, los tienen hoy día los periódicos
venezolanos.
El
periódico en sus escritos, trabajos y publicaciones, siempre mantuvo una
excepcional calidad en sus creaciones y redacciones, debido a que en Upata,
existió una constelación de excelentes y finos escritores que le dieron el
título a Upata, de la Atenas
del Sur y oriente de Venezuela en sus
publicaciones, según, los análisis del ejemplar analizado.
En el periódico El Alba, se publicaban los escritos
y las investigaciones, mas que todo de tipo artístico y literario de aquel
vasto movimiento de literatos que llegó a tener la Villa de Upata desde 1857
hasta bien entrada la década de 1950, gracias a la imprenta que trajo a Upata,
Don Pedro Cova y las que trajeron en años siguientes.
Todo
periódico, siempre tiene un argumento que contar para sus lectores. El caso que
nos ocupa, es que El Alba, incluyó entre sus argumentos, la parte artística,
literaria y la minera, porque mucha gente que pasaba hacia El Callao, cuando
estaba el auge aurífero pasaba por Upata, y al tiempo que algunos eran poetas y
se inspiraban con la belleza de la mujer upatense, también, insertaban en las
páginas del periódico, los avisos y denuncios de bullas auríferas que se emplea
mucho para la época.
El periódico tiene una rica y valiosa historia para
la ciudad de Upata, la cual llegó a disponer de alrededor de unos 33 pequeños
medios impresos, todos con fines literarios y culturales. El Alba forma parte
de esa herencia que dejaron nuestros antepasados y en la actualidad, el
Cronista de Upata, Lic. Pedro Quijada Marcó, tiene algunos ejemplares en su
Hemeroteca particular.
Historia de Vida
Sobre
la historia de la vida del periódico El Alba, se puede explicar que salió a
circulación, por una cadena herencia de la Familia Acevedo ,
quienes habían a su vez, heredado esta vocación periodística, de sus ancestros
españoles, cuando llegaron a la
Villa de Upata a establecer las bases firmes y sólidas de
esta comarca guayanesa.
Es bien sabido en Upata, que el General Miguel H.
Acevedo, había adquirido una antigua imprenta en Cumaná y a lomo de mulas, fue
traída hasta Upata, donde empezó a trajinar el arte periodístico, el cual,
después de su muerte, fue heredada por sus hijas, las poetisas Anita y
Enriqueta Acevedo Castro, quienes, siguieron sus luchas sociales y su
inspiración poética.
Las hermanas
Acevedo Castro, aferradas a su tierra natal, de donde nunca salieron, solo
cuando fue preciso viajar a Caracas o Europa, (descendían de un próspero
empresario ganadero), por razones de salud o de turismo, decidieron fundar un
medio impreso y le colocaron el atractivo nombre de El Alba, como quien dice,
el que alumbra, el amanecer de un nuevo día con sus noticias, anuncios y avisos
comerciales, mineros y luctuosos, etc.
Ellas
disponían de valiosos recursos económicos que habían heredado de sus padres,
los conocimientos tipográficos porque crecieron cuando su padre, estaba al
frente de la imprenta, con otros periódicos de las mismas características del
que ella fundó.
Pero no
disponían de los suficientes recursos técnicos que habían en Europa y los
Estados Unidos, tales como tinta, papel y piezas, que facilitaron el proceso
comunicacional, ya que en más de una ocasión, el periódico, se vio en la
imperiosas necesidad de paralizar sus actividades por fallas técnicas y era
dificultoso viajar hasta Europa, a través del Orinoco, vía Trinidad en los
antiguos vapores de chapaletas que tantas veces cruzaron las aguas
orinoquenses.
Las ideas y el
proyecto que ellas tenían, no era más que el de la difusión de la cultura y del
quehacer artístico que promovían los hombres y las mujeres de la Upata de 1922 hasta 1942,
porque nunca incursionaron en la política de turno, ni tampoco sufrieron los
atropellos de los gobernantes de la época.(O/V CNP: 18.407)
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